Un día, Camilo -un niño de tan solo 8 años de edad-, se acercó a nuestra organización para pedir ayuda con el desarrollo de sus tareas, a lo cual acudimos sin ningún reparo, sin embargo, dado que Camilo  lloraba desconcertadamente; le abrazamos, contuvimos su llanto y le ayudamos a calmarse. ​Posteriormente, le preguntamos a Camilo acerca de su incesante llanto y él comentó: "es que mi papá me pega y me regaña porque yo no hago tareas, pero él no me puede ayudar porque tampoco sabe leer ni escribir". 

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Así es, la experiencia que vivimos con Camilo movilizó la creación de la Biblioteca Comunitaria Mensajeros de Esperanza que a la fecha atiende alrededor de 100 niños y niñas del sector Las Minas en la parte alta de la comuna 18 de Cali, acompañando su aprendizaje, mejorando su rendimiento y motivando su permanencia en el sistema educativo. ​